Albarracin es uno de los pueblo más sorprendentes y bonitos de España. El peculiar color rojizo de sus casas, sus mansiones, las murallas, su emplazamiento, sus callejas, la disposición de las casas…es una de esas localidades de las que uno se acuerda.
Viajar a Albarracín es una grata experiencia, muy recomendable una escapada a Albarracín.
El pueblo a casi 1.200 m de altitud, está encajonado en una especie de valle y adopta la forma del río Guadalaviar a su paso. Está protegido por montañas en cuya parte superior destacan unas murallas.
Los lugares más bonitos que ver en un viaje a Albarracín, a continuación.
Puede visitarse en media jornada; hay bastantes aparcamientos.
La oficina de Turismo se encuentra a la entrada del pueblo. Justo enfrente sale una pequeña calle en cuesta que lleva directamente al centro.
El primer edificio que vemos es la casa de la Brigadiera, actual Hotel Albarracín.
Acto seguido, el pueblo es una sucesión de edificios singulares, tenemos la Casa de los Navarro de Arzuriaga, peculiar casona del siglo XVII, que se caracteriza por su color azul, y su torre.
Frente a ella se sitúa la Casa de los Dolz de Espejo, del siglo XV en la que destaca su escudo sobre la puerta.
Desde este punto se abre un pequeño mirador, que permite una bonita vista sobre la otra parte de Albarracín.
Siguiendo por esta calle podemos subir hacia la Iglesia de Santiago y las murallas o hacia la típica casa de la Julianeta.
Primero subo hacia la Iglesia de Santiago, del siglo XVII.
Bordeando la Iglesia, un poco más adelante parte un sendero que lleva a lo alto de la muralla y Torre del Andador, es un pequeño paseo, que ofrece una bonita vista de Albarracín.
Por el camino vemos la alineación entre la Iglesia de Santiago y la Catedral del Salvador.
En dirección al Portal del Agua y Casa de la Julianeta, vemos rincones muy bonitos.
El Portal de Molina y la Casa de la Julianeta, frente a él es una de las imágenes más características de Albarracín.
Justo en este punto tenemos el Portal de Molina y las Murallas, del siglo X, de Albarracín.
El pueblo es un contínuo subir y bajar de calles irregulares y casas que se adaptan a la orografía.
Desde esta zona hay un pequeño mirador que ofrece bonitas vistas sobre la parte del pueblo donde se encuentran la Catedral y el Castillo.
De vuelta al Portal de Molina bajamos hacia la Plaza Mayor, y vemos la arquitectura más típica de Albarracín.
La calle que baja hacia la Plaza Mayor, es la Calle Portal de Molina, muy estrecha con balcones de forja típicos de Albarracín.
A mitad de camino, frente al Portal del Agua, tenemos un ejemplo del entramado de construcciones que se solapan y amontonan en Albarracín.
El Portal del Agua, al igual que el Portal de Molina, es una de las entradas que existen en las murallas de Albarracín.
Volviendo a la calle Portal de Molina en dirección a la Plaza Mayor, llegamos a ésta, una de las más bonitas que podemos encontrar.
En esta parte del pueblo en dirección al otro lado, donde se encuentra la Catedral, hay calles que no dejan indiferentes.
Desde la Plaza Mayor parte la Calle de la Catedral, en la cual también hay varios edificios históricos, y nos dirige directamente hacia la Catedral.
Entre otros destaca la Casa de los Monterde, con un vistoso escudo de armas.
A continuación vemos el Palacio Episcopal del siglo XVIII donde se encuentra el Museo Diocesano.
Junto a él se sitúa la Catedral del Salvador, del siglo XVI.
Frente a la entrada a la Catedral, hay una explanada que ofrece unas bonitas vistas de Albarracín y sus murallas. Es uno de los mejores miradores.
El camino sigue hacia el castillo, y pasamos por delante de la Ermita de San Juan del siglo XVII y el Museo Municipal, Antiguo Hospital del siglo XVIII.
Unicamente nos quedaría ir a la parte baja del pueblo, junto al rio, que es de donde se obtienen las mejores vistas de sus casas colgadas.
También recomiendo una visita nocturna, aparte de verlo de otra manera, el silencio, la tranquilidad, el olor a chimenea en invierno…es una gozada.
Información y turismo de Albarracín.
Desde Albarracín, también es muy interesante acercarse a Teruel o al nacimiento del río Tajo, el más largo de la península ibérica, que nace a 10 km de Frías de Albarracín y desemboca en Lisboa.
Hay tres grandes estatuas, que representan a las tres provincias en las que nace, el torico representa a Teruel, el cáliz a Cuenca y el caballero a Guadalajara.
También podemos seguir camino al nacimiento del Rio Cuervo, con unos preciosos paisajes, sobre todo en otoño.
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