Es seguramente el más conocido y bonito de los Pueblos Blancos. Ya en la distancia se aprecia el promontorio en el cual está situado, y cuya cima parece estar nevada a causa de lo blanco de sus casas.
Merece la pena pasar noche en él. Es uno de los pueblos más bonitos de España, a lo más típico de los pueblos blancos, laberínticas y estrechas callejuelas de casas blancas, añade un gran número de casas palacio, conventos e iglesias, un castillo y un Parador de Turismo.
Se puede acceder en coche hasta la Plaza del Cabildo donde se puede aparcar (aparcamiento regulado y de pago) y por increíble que parezca, los coches caben por las estrechas calles. Si no se quiere No obstante, lo más cómodo es dejar el coche en el parking de la Plaza de España, en la parte baja, y subir andando al casco histórico en unos 10 minutos.
Lo más importante sería:
Plaza del Cabildo (Basílica menor de Sta.María, Castillo Ducal, y mirador)
Casa-Palacio Conde del águila y portado Convento de la Encarnación
Palacio del Mayorazgo e Iglesia de San Pedro
Cuesta de Belén, Calle Cuna, Callejón de las Monjas, Calle Maldonado y Calle Escribanos
Si dejamos el coche en el Parking de la Plaza de España, subimos por la calle Corredera, y encontramos el Monumento a la Semana Santa y el Hospital de San Juan de Dios, del siglo XVI.
A continuación subimos por la Cuesta de Belén, donde ya se aprecian las características de Arcos de la Frontera, calle estrecha, empinada, y rodeada de edificios de interés.
Junto a la Oficina de Turismo, se encuentra la Casa – Palacio del Conde de Águila, con fachada gótico mudéjar del siglo XV
Seguidamente encontramos la Basílica Menor de Santa María, y a continuación el Callejón de las Monjas, uno de los más bonitos de Arcos, donde llaman la atención los arcos que sostienen la Basílica de Sta.María contra el Convento de la Encarnación.
El Convento de la Encarnación, del siglo XVI tiene un preciosa portada plateresca.
Desde aqui podemos subir al lugar más emblemático de Arcos de la Frontera, la Plaza del Cabildo.
Se trata de una plaza rectangular, situada en la parte más alta de Arcos de la Frontera. Se puede aparcar, con regulación horaria tarifada, y rodeada de edificios de interés.
Tenemos por un lado la Basílica Menor de Santa María de la Asunción, en otro el Ayuntamiento y el Castillo Ducal, en el lado abierto el «Balcón de la Peña Nueva» , y frente al castillo Ducal el Parador de Turismo.
La Basílica Menor de Santa María de la Asunción, construida sobre una antigua mezquita, reúne varios estilos ya que se construyó durante seis siglos; destacan la torre neoclásica, y la fachada gótico-plateresca.
Se puede subir a la torre desde donde hay unas bonitas panorámicas.
Junto con la subida a la Torre, se puede visitar el interior de la Basílica,.
En el inicio de las escaleras que conducen a la portada principal, se encuentra una piedra, que podría ser original de la mezquita y representa algo así como un árbol,
Y si os situamos frente a la Portada principal, hay una especie de «círculo mágico», del siglo XV, en el que se solía producir algún rito sagrado.
La portada es tiene una decoración gótico plateresca que merece la pena observar detenidamente.
Continuando la visita de la Plaza, llegamos al Ayuntamiento del siglo XVII
Y el Castillo Ducal, al que se accede por un arco contiguo a la entrada al Ayuntamiento. El Castillo reformado en el siglo XIV por los Duques de Arcos, era originalmente el antiguo Alcázar musulmán. Actualmente es privado.
Junto al Ayuntamiento se encuentra el arco que conduce al Balcón de la Peña Nueva con unas bonita vistas sobre el río Guadalete y los campos que rodean el pueblo. Al asomarse en verano se nota una corriente e aire que asciende desde abajo.
Entre el Ayuntamiento y la Basílica, tenemos la Calle Nueva, antiguo foso del Castillo. La calle se habilitó cuando cayó la muralla en 1755 (terremoto de Lisboa). Es habitual encontrar calles con unas pequeñas columnas integradas.
Salimos de la Plaza del Cabildo por una calle muy característica de Arcos, la calle Escribanos,
y llegamos al Convento de las Mercederias Descalzas, fundado en 1652 y todavía en activo.
Frente al Convento se sitúa el Mercado, ubicado en el templo inconcluso de los Jesuitas, del siglo XVIII.
Junto a él, el Teatro Olivares Veas, de 1912.
Seguimos por la calle Boticas hacia la Iglesia de San Pedro y el Palacio del Mayorazgo.
En la Calle Boticas, hacia la mitad, se puede apreciar una máscara en el tejado, al parecer, para alejar malos espíritus.
Si nos fijamos en las ventanas enrejadas de Arcos, vemos que hay unos rebajes en los costados, para que las mujeres, que apenas salían de casa, pudieran observar la calle.
Al final de la calle Boticas vemos la Capilla de la Misericordia, del siglo XV, antiguo hospital de mujeres y niños huérfanos. Recoge unas esculturas de los primeros Duques de Arcos.
A pocos metros llegamos a uno de los monumentos más importantes, el Palacio del Mayorazgo, del siglo XVII, con una bonita fachada plateresca y un patio que merece la pena ver.
De aqui parte la Calle Cuna, una de las más típicas de Arcos de la Frontera
Frente al Palacio está la Iglesia de San Pedro, del siglo XVI.
En esta zona de Arcos hay varias casas palacio, que le dan un toque muy señorial
Muy próximo, en esta plaza, en la parte trasera del Palacio del Mayorazgo, al inicio de la Calle Maldonado, está el Jardín Andalusí.
Si continuamos más allá de la Iglesia de San Pedro llegamos al Mirador de Abades.
Regresamos a la Iglesia de San Pedro y volvemos hacia la Plaza del Cabildo por la Calle Maldonado, una de las más bonitas.
Si bajamos desde el Mirador de Abades a la zona baja, llegaríamos a la Puerta Matrera, antigua puerta dentro de la muralla árabe,
Recomiendo hacer noche en Arcos de la Frontera, para poder admirar sus monumentos iluminados.
Otro lugar interesante es la Playita, que se encuentra en el embalse de Arcos, y desde donde hay una bonita vista de la localidad, además de poder disfrutar de un baño.