La denominada Arribes del Duero es una región fronteriza con Portugal compartida por las provincias de Zamora y Salamanca caracteriza por los parajes que atraviesa el Duero en su curso hacia Oporto.
Hay varios miradores repartidos por todo el recorrido; también existe la posibilidad de dar un paseo en barco e incluso ver una cascada.
Comentaré nuestra experiencia en la parte salmantina de los Arribes del Duero. Se encuentran como a hora y cuarto de Salamanca capital.
Empezamos el día visitando el Pozo de los Humos, una cascada de 50 metros de altura, en el río Uces.
Para verla hay que dirigirse al pueblo de Masueco. Desde aqui hay dos posibilidades:
- Dejar el coche en el pueblo y bajar andando a la cascada. Problema: hay bastante distancia y en cuesta. Fácilmente puede llevar media jornada.
- Llegar en coche hasta un miniparking a través de una pista justo antes de empezar el descenso pronunciado. Desde aqui, andando hasta la cascada, ida y vuelta, más un rato en ella, poco más de una hora. Problema, y gordo, que si vas en temporada alta se puede colapsar la pista, que no da para dos coches a la vez, y se puede montar un lío importante. Después de haber estado, no sé si merece la pena el riesgo. Si no es temporada alta, es otra cosa.
Desde donde se deja el coche se ve las cascada abajo.
La bajada es más o menos cómoda, la subida, obviamente es otro cantar.
En cuanto a la cascada, pues son 50 metros, no está mal, pero tampoco me pareció maravillosa. Las de Ordesa son bastante mejores.
Los miradores no son aptos para gente con vértigo…
Poco antes de la cascada hay un pequeño remanso del río, el paisaje es bonito.
Después de la cascada nos dirigimos a Aldeadávila de la Ribera, desde donde parte unos de los barcos que dan un paseo por el Duero y también está uno de los miradores más conocidos, el del Picón de Felipe.
Poco antes de llegar a Aldeadávila hay un desvío hacia el embarcadero, el acceso es fácil y hay suficiente aparcamiento. Hay que tener cuidado con los horarios, porque salvo en temporada alta, en que hacen tres viajes, el resto de días son dos. http://www.corazondelasarribes.com/horarios-crucero-duero.asp
Hay una pequeña playa sobre el Duero, el paisaje y la tranquilidad que se respira merecen la pena acercarse.
El paseo dura cerca de hora y media recorriendo cañones y estrechas paredes acompañado de las explicaciones del guía.
A continuación nos dirigimos al Mirador del Picón de Felipe. Para ello hay que dirigirse hacia Aldeádavila del Duero, y justo donde hay un monumento con una fuente en cascada hay que girar a la izquierda, y ya seguir las indicaciones a los miradores: hay dos, el del Picón de Felipe y el del Fraile.
Solo fuimos al primero porque desde el del Fraile lo que se ve es la presa, que también se ve desde el Mirador del Picón de Felipe.
El coche se deja en un amplio parking, hay varias mesas para picnic y está muy frecuentado por los vecinos del lugar (en días festivos). Desde el parking hasta el mirador hay como 15 minutos andando por una pista fácil, no entraña ninguna dificultad.
Desde alli se tienen bonitas vistas del curso del Duero y la presa de Aldeadávila.
Como he dicho muy cerca está el mirador del Fraile, sobre la presa.
Nosotros nos dirigimos a Mieza, localidad donde hay otros tres miradores; estos tienen la ventaja de que prácticamente llegas en coche a ellos, y no hay nadie ni en temporada alta.
Una vez que llegas a Mieza, en la plaza hay un letrero que indica el camino al Mirador de la Peña del Águila y otro que lleva al Mirador de la Code (junto a él está el del Colagón del tío Paco).
Primero fuimos al de la Peña del Águila, a unos 3,50 Km del pueblo, fue el que más nos gustó del día. Una vez dejas el pueblo una pista de tierra conduce a él, ojo porque no lo indica demasiado bien. Es en la entrada a una especie de parque con mesas de piedra.
Se puede bajar en coche hasta prácticamente el mirador donde hay unas mesas de piedra y una tranquilidad infinita.
Para mi es el mejor por su accesibilidad, su tranquilidad y sus vistas.
De vuelta a Mieza tomamos el camino para llegar al Mirador de la Code, a unos 2,50 km; se llega también por una pista hasta un parking bien señalizado.
De aqui parte un camino en el que primero nos desviamos a los Miradores del Colagón del Tío Paco, son tres situados de forma consecutiva.
También hay mesas de Picnic.
Seguimos bajando por la pista, un par de minutos más y llegamos al mirador de la Code. La vista es parecida al anterior, aunque en este te puedes asomar a ambos lados del río.
Junto al mirador hay un pequeño santuario con una virgen
Una excursión diferente, sin ser la octava maravilla, se pueden ver paisajes no habituales.
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