Berchtesgaden, Nido del Águila y lago Konigsee. Alemania.
Había oído hablar de Berchtesgaden por las referencias al Nido del Águila de A.Hitler, y sabía que aparte del valor histórico del lugar, las vistas eran impresionantes, pero he descubierto que es mucho más que eso.
Berchtesgaden ya era conocido como un sitio privilegiado antes del nazismo. Hoy en día es un Parque Natural.
Se pueden hacer múltiples excursiones, pero nosotros hemos ido a lo más conocido, al Nido del Aguila y al lago Konigsee.
Berchtesgaden pueblo está a media hora de Salzburgo. Hemos aparcado frente a Turismo donde nos han explicado algunas cosas: para subir al Nido del Águila o Kehlstelnhaus hay que subir por la carretera 319, hasta los parkings señalizados.
Berchtesgaden. Nido del Águila
Hemos llegado a las 10 h. y los parkings más cercanos a la zona de los autobuses estaban llenos, el siguiente parking está unos 800 metros más adelante de donde salen los autobuses, por lo que hemos optado por dejarlo en un borde de la carretera. En los parkings hay que pagar, hay unas máquinas expendedoras.
Dokumentation Obersalzberg
Junto al primer parking está el Dokumentation Obersalzberg, que es un museo o centro de interpretación donde explican cómo se convirtió esa zona en base del régimen nazi. Hay varios paneles explicativos de lo que supusieron Hitler y el nazismo en general en Alemania. Se emite un documental subtitulado en inglés con testimonios de personas que vivieron eos momentos. También hay un bunker de la época que no hemos podido visitar por estar en restauración. Se paga entrada. Más información en: http://www.obersalzberg.de
Está bien para situarse en la importancia histórica y simbólica del lugar, pero está orientado a alemanes, no todo está traducido al inglés. El mayor problema es que si quieres ver al Nido del Águila y luego el lago Konigsee, el tiempo se te va a echar encima. Es interesante pero si vas justo de tiempo…
Un poco más arriba está la estación de autobuses que te deja en el Nido del Águila que está a una altitud de 1.834 metros. No se puede subir en coche, forzosamente hay que ir en autobús, andando es demencial. Al llegar a la estación ya te encuentras con la primera cola, de muchas. Después de un rato sacas el billete y te asignan un número de autobús, en agosto salen de 6 en 6, suben y bajan los seis a la vez.
Cuando llegas arriba, todavía hay que coger un ascensor para subir, pero previo a eso, nada más bajar del autobús hay que ir a una taquilla para decirles a qué hora vas a coger el bus de bajada. Si luego quieres irte antes tienes que pedir permiso al conductor. Nosotros hemos calculado hora y media en el Nido del Águila para poder bajar a una hora no muy tardía para ir a continuación al lago Konigsee.
Para subir a la casa, lo normal es coger el ascensor, lo recomiendo no solo por la comodidad sino por lo exótico que es. Andando son unos 35 minutos de subida. El ascensor y el túnel realmente recuerdan a la época del nazismo por su estilo. El túnel medirá unos 150 metro de largo, nos econtraremos con la consiguiente cola generada por la llegada simultánea de seis autobuses. Sin embargo debo decir que va rápida, el ascensor carga unas 25 personas cada 4 minutos y es gratis.
A mi el ambiente me parecía un poco de película. Está tal y como era durante el III Reich. En el interior no se puede fotografiar.
Se ascienden 124 metros en pocos segundos y se llega a la casa. La mayoría de la gente sube a un montículo donde hay una cruz y se obtienen buenas vistas del paisaje y de la casa.
En la casa en cuestión, se entra por el restaurante y se accede al salón, hoy en día comedor del restaurante; se mantiene una chimenea original de tiempos de Hitler hecha con mármol regalo de Mussolini.
Después hay una pequeña habitación que debía ser un saloncito de descanso y de ahí a la galería con vistas al valle, actualmente con paneles explicativos y fotos de la época de los años 30-40.
Se puede comer allí, hay restaurante dentro, y mesas fuera pero queríamos visitar el lago Konigsee, que se puede ver desde arriba, así que nos fuimos, y por otro lado teníamos concertada la hora de recogida del autobús.
Más información
Lago Konigsee
Al cabo de menos de un cuarto de hora en coche llegamos a un parking enorme, en el que hay que pagar también; hay unas máquinas para poner ticket. Por dos euros te dan apenas una hora, por cuatro euros son dos horas, y por cinco euros tiempo sin límite. (Nosotros nos pasamos en una hora de la hora prevista porque el barco se fue retrasando al regreso y no pasó nada, no vi a nadie controlando).
Del parking se baja por una calle llena de casas típicas con restaurantes y tiendas de recuerdos hasta el embarcadero. Hay unas taquillas, donde sacas el billete, y contiguos a ésta los embarcaderos. A nosotros llegando a las 14 h, nos han dado embarque para las 15:45 h. en el muelle 2.
Mientras tanto, para hacer tiempo, hemos tomado unos bocadillos y hemos mojado los pies en la orilla. Había gente bañándose, hay como una pequeña playa enfrente. El agua estará a unos 20 grados (agosto) muy agradable, una pena no haber cogido los bañadores.
Ya en el muelle la vista es impresionante, creo que es el lago más bonito que he visto. El agua limpísima, apenas se mueve, parece una piscina, tiene un tono verdoso con hay una islita en medio, rodeada de picos y montañas. A lo lejos en lo alto de la montaña, hacia atrás se aprecia el Nido del Águila.
El barco te permite dos opciones, llevarte a la Iglesia de Santo Barthöloma, bajar y volver a subir de vuelta o bien ir hasta Salet y caminando kilómetro y medio (15 minutos aproximadamente) llegar a otro lago más pequeño, el Obersee y andando otros 15 minutos más llegar a un mirador desde el cual se ve la cascada de Röthbach, las más grande de Alemania con 400 metros de caída.
Los barcos son eléctricos y no generan ni ruido ni contaminación. El recorrido por el lago es muy silencioso, el agua está limpísima.
A mitad de recorrido tocan una melodía con una trompeta para mostrar el eco.
Hemos optado por parar en Santo Barthöloma y no seguir porque el último barco te dicen que es a las 18.30 h, y por desconocimiento no te atreves a hacerlo; después de visto hubiera podido ser y seguramente habría merecido la pena.
La iglesia de Santo Barthöloma queda muy bonita al borde del lago con sus cúpulas granates, al lado hay un restaurante; hemos tomado dos jarras de cerveza por 8,80 euros ambas. El medio litro de agua está a 3 euros.
Además de esto hay una mini playa de piedras donde también había gente bañándose. Después de un rato mojando los pies y sacando fotos nos hemos ido a coger el barco de vuelta, y esta vez encontramos la gran cola. Más de una hora; la cuestión es que sí, el último barco es a las 18,30 h. pero ponen los suficientes para que nadie se quede en tierra, concretamente nosotros hemos subido a las 19 h y había muchísima gente detrás. Primero recogen a los de Salet, el destino más lejano, con lo que los barcos vienen llenos y casi nadie puede subir. Cuando han vaciado aquello empiezan a venir barcos vacíos y es cuando avanza la cola.
Como conclusión, a pesar de las colas en ambos sitios, han merecido la pena, los paisajes y las vistas son espectaculares, impresionantes. Imprescindible si se está por la zona.