El Palacio Nacional de Chambord, es junto al igual que Chenonceau, inolvidable e imprescindible, otro de los icóncos del Valle del Loira.
El rey Francisco I, contemporáneo y rival de Carlos I de España y V de Alemania, inició su construcción en 1519. Pretendía aunar las características de los castillos medievales construidos hasta entonces, con una torre del homenaje central, rodeada de otras defensivas, pero dotándole de unas caracteristicas y un aspecto más propios ya del Renacimiento. Se cree que fue diseñado inicialmente por Leonardo Da Vinci.
El Palacio, inmenso, mide 156 metros de largo, cuenta con 282 chimeneas y 426 habitaciones.
A su alrededor un enorme parque, antiguo dominio de caza, en el que se puede ir en barca, en coche eléctrico, calesa o bicicleta o simplemente pasear por sus caminos. hay un amplio abanico de posibilidades, sobre todo en los meses de julio y agosto.
También hay espectáculos de rapaces y caballos.
Es, dentro de los Castillos y Palacios del Loira el de mayores dimensiones.
En su interior, además de las diversas estancias reales, destaca la Gran Escalinata, diseñada presuntamente por Leonardo Da Vinci, y que tiene la particularidad de que las personas que suben y bajan no se pueden encontrar.
También hay muchas estancias dedicadas a la caza, una de las aficiones de Francisco I.
El Palacio es tan grande que aunque hay muchísimos turistas en ningún momento se tiene sensación de agobio.
A través de una escalera de caracol exterior se accede a la terraza.
La terraza de Chambord, aparte de por sus vistas, merece la pena por tener la posibilidad de ver de cerca las chimeneas, cúpulas y agujas que forma la estructura superior del Palacio. Están muy trabajadas.
En el exterior encontramos el parque y el río Cosson. El parque está cerrado por un muro de 32 km de longitud, y mide 5.440 hectáreas, 800 abiertas al público. Es el mayor parque forestal cerrado de Europa.
Es un coto nacional de caza en el que viven animales en libertad tales como jabalíes o ciervos.
Se puede pasear por el parque mediante diversos medios. Nosotros optamos por coger una barca eléctrica y recorrer el río.
Es un lugar para estar horas. Nosotros lo vimos en una tarde, pero perfectamente se puede pasar un día entero o más si se aprovechan las actividades.
En la lejanía se ve una maraña de torres y chimeneas
Un imprescindible en el Valle del Loira.
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