Córdoba es una de las ciudades más bonitas de España y más ricas cultural e históricamente. Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Una de mis favoritas, es de esas ciudades a las que nunca me cansaría de volver.
Para verla bien se necesitan mínimo, en mi opinión, dos días completos, o sea tres noches.
La primera vez que vi la Mezquita, me impresionó; vas callejeando por la judería y de repente te la encuentras de bruces, y te das cuenta de lo antigua y auténtica que es, no en vano tiene mil años y se le notan. Creo que es el monumento que más me ha impresionado en ese sentido en España. Además es que es enorme.
Recomendable también probar los platos típicos como el salmorejo, la mazamorra (igual que el salmorejo pero con almendra en vez de tomate), los flamenquines y por supuesto el rabo de toro.
Una visita a Córdoba debería incluir:
La Mezquita 5/5 Imprescindible
Alcázar de los Reyes Cristianos. 5/5 Imprescindible
Judería. 5/5 Imprescindible
Caballerizas Reales y espectáculo. 4/5 Muy recomendable
Torre de la Calahorra. 4/5 Muy recomendable
Palacio de Viana. 4/5 Muy recomendable
Baños Árabes, (esparcimiento). 3/5 Interesante
Plaza del Potro. 3/5 Interesante
Cristo de los Faroles. 3/5 Interesante
Medina Azahara. 2/5. Está bien.
Plaza de la Corredera. 1/5. bien sin más
Plaza de las Tendillas. 1/5. Bien sin más
La parte más importante de Córdoba es la de la Mezquita y sus alrededores. Todas las calles que la circundan tienen su encanto. En verano se agradece la sombra que se logra como consecuencia de la estrechez de las calles.
Podemos empezar partiendo de la Plaza de las Tendillas, que hace un poco de frontera entre la parte antigua y otra digamos más moderna; en la plaza que destaca la estatua ecuestre del Gran Capitán Gonzalo Fernández de Córdoba, el gran militar del siglo XV – XVI.
A continuación en línea recta hacia la parte antigua, pasamos por la calle y placita de Blanco Belmonte, donde ya empezamos a apreciar esa arquitectura característica de esta ciudad.
Desde aqui bajamos directos hacia la Mezquita por la Calle Blanco Belmonte, y atención porque en un lateral que casi pasa inadvertido tenemos uno de los más bonitos rincones de Córdoba.La Calleja de las Flores, una pequeña calle, sin salida, que desemboca en una placita con una fuente.
Lo que le hace especial es lo estrecha que es, los tiestos a los lados, y que mirando hacia la Mezquita se ve la torre de ésta.
Salimos y seguimos bajando por la misma calle hasta darnos de frente con la Mezquita.
La Mezquita forma un rectángulo, por fuera parece estar amurallada, destacan sus almenas con una forma característica y se aprecia claramente su antigüedad y majestuosidad. Se empezó a construir en el siglo VIII sobre una basílica visigoda a instancias de Abderramán I.
Informarción de horarios y en general:
https://mezquita-catedraldecordoba.es/
A lo largo del perímetro hay puertas como esta:
En un lateral se ha anexado una imagen de la Virgen
La puerta de entrada está bajo el minarete, la torre desde la que se llamaba a la oración, reconvertido en campanario.
Pasada la Puerta de entrada accedemos al Patio de los Naranjos, un espacio al aire libre con fuentes, naranjos y una galería porticada junto a la muralla.
El motivo de las fuentes es que este patio en todas las mezquitas es el patio de las abluciones, donde los musulmanes se limpian y purifican antes de entrar al interior.
Atravesado el Patio de los Naranjos entramos dentro de la Mezquita, no hay demasiada luz, pero suficiente para apreciar el famoso y característico bosque de columnas.
Todo el interior está compuesto de naves separadas por columnas. La Mezquita se fue construyendo por fases, hubo diversas ampliaciones, y aunque mantienen el éstilo y se puede apreciar fijándose en las columnas las diferentes zonas y como corresponden a épocas diferentes.
Son característicos de esta Mezquita la variedad de arcos en las columnas, los hay de herradura, de medio punto, polilobulados…y sobre todo también es muy singular la alternancia de los colores rojo y blanco.
Dentro de la Mezquita se construyó e integró la Catedral, una Catedral completa, con su coro, su sillería, su retablo, sus filas de asientos….y al estar dentro de la Mezquita parece pequeña ¡!.
Es curioso ver “mezclados” elementos artísticos propios de la cultura andalusí con símbolos y arte cristiano. De todas formas, como he dicho, la Mezquita se construyó sobre una basílica visigoda así que la superposición de arquitecturas y símbolos viene de lejos
Otra parte realmente bonita de la Mezquita es el Mihrab. El Mihrab, se encuentra en la quibla el muro orientado a La Meca hacia el que rezan los fieles.
El mihrab es una especie de capilla o santuario, es la parte más sagrada de la mezquita, ya que ahí se expone el Corán. Es la parte más decorada de la Mezquita.
Suele haber una acumulación de gente frente a él, pero con paciencia es posible disfrutarlo.
En cuanto a la visita de la Mezquita, realmente, a ritmo normal no se tardan más de dos horas en verla completa.
En el patio de los naranjos se puede parar a descansar, refrescarse en las fuentes y relajarse con el sonido de éstas.
En torno a la Mezquita se sitúan las típicas calesas que dan una vuelta por los lugares históricos.
Una vez visitada la Mezquita, hay varias alternativas.
Perderse por las calles adyacentes
O, por llevar un orden, seguir hacia el Puente Romano, donde un poco hacia la derecha está el molino de la Albolafia de origen árabe.
Atravesando el puente se llega a la Torre de la Calahorra
Una fortaleza del siglo XIV. Actualmente es un museo muy interesante, en el que se explica cómo era la vida en la época musulmana, cómo convivían las tres culturas, judía, cristiana y musulmana.
También hay unas maquetas de la Mezquita y la Alhambra. Es un museo que si se dispone de tiempo recomendaría ver.
Desde la torre, o el propio puente se aprecia cómo sobresale la Catedral dentro de la Mezquita.
A pocos metros de la Mezquita, enfrente de la Albolafia está el Alcázar de los Reyes Cristianos.
https://alcazardelosreyescristianos.cordoba.es
Construido por Alfonso XI en el siglo XIV, y reformado por los RR.CC.
Lo más destacable son sus jardines, salpicados de fuentes, muy agradables para relajarse, y si hace calor es como un oasis. También se visita el Alcázar por dentro, pudiendo subir a la torre desde donde se ve el puente romano, los jardines e incluso la Caballerizas Reales, que son un edificio contiguo.
Desde el Alcázar se llega en dos minutos a las Caballerizas Reales construidas en el siglo XVI.
http://www.caballerizasreales.com
Buen sitio para acercarse con niños si les gustan los caballos. Durante el día la entrada es libre, y se puede ver jinetes y caballos entrenando, también se pueden apreciar los edificios de las Caballerizas, de tiempos de Felipe II. Es bonito.
Al fondo la torre del Alcázar.
La mayoría de los días de verano hay un espectáculo por la noche. Como nos había gustado lo que habíamos visto a la mañana nos animamos y estuvimos en uno que empezaba a las 21 h. No es caro (15 euros mayores de 13 años y 10 euros menores de 13).
Unicamente comentar que las entradas no son numeradas y que hay que hacer cola para entrar, creándose algún momento de tensión cuando alguien intenta colarse. El espectáculo se ve desde una grada al fondo, hay sitio para todos aunque evidentemente cuanto más cerca de la arena mejor se ve.
Estuvo muy bien, mereció la pena, duró como unas dos horas. Me gustó más que uno que estuve en Jerez, años antes, en un recinto cerrado en donde se veía de más lejos y no permitían sacar ninguna foto o video. Aquí en Córdoba no había problemas para filmar o fotografiar, amén de ser mas barato que lo de Jerez. Lo recomiendo como plan diferente.
Saliendo de las Caballerizas llegamos enseguida a la judería tomando la dirección opuesta al río. En pocos minutos alcanzamos la plaza de Maimónides,en el centro de la judería, donde hay una estatua en honor al importantísimo médico judío nacido en Córdoba en 1135.
Muy cerca encontramos el Museo Taurino, dedicado a la tauromaquia en general y a los toreros cordobeses en particular.
http://www.museotaurinodecordoba.es/
Seguidamente está el Zoco, un mercado de Artesanía local en el que destaca un hemroso patio.
y también llegamos a la sinagoga del siglo XIV, junto con las dos de Toledo, las únicas que existen en España.
En esta parte de la ciudad hay recorrer sus callejas es como viajar en el tiempo.
También está al lado la Puerta de Almodóvar y una parte de las antiguas murallas.
Son callejuelas, como toda la parte histórica de Córdoba repletas casas blancas con sus tiestos y plantas decorando las fachadas.
A veces se puede ver algún patio, aunque no suelen estar abiertos al público. Para ver los patios cordobeses hay que visitar la ciudad durante el concurso de patios que celebran en mayo, cuando todos están abiertos.
En la zona de la judería, en la calle Almanzor hay unos Baños Árabes que nos apetecía probar.
https://bañosarabesdecordoba.com/
Como íbamos con niños nos dijeron que mejor ir por las mañanas, a media mañana concretamente. Hay varias posibilidades de masajes, pero cogimos una entrada simple, de 3 horas por 17 euros; nos parecía una experiencia interesante y diferente para pasar una parte de una mañana en Córdoba, como alternativa a visitar y caminar.
Hay como cuatro estancias diferentes, una de relajación, donde te sirven un té y hay una pequeña piscina de agua donde se flota, en plan el mar Muerto; otra donde está la piscina más amplia, que tiene unos chorros, de agua templada. También hay una piscina de agua helada, para los valientes, y el tema contrastes, y otra de relajación, en la que apenas hay luz, se requiere silencio y el agua está caliente.
Toda la judería es una zona para callejear, llena de sitios para tomar algo. A nosotros nos gustó mucho y repetimos en Casa Pepe, en esa zona, en la calle Romero. En el restaurante según que horas es difícil encontrar sitio pero también hay sitio para tapear y tomar raciones. Nosotros tomamos salmorejo y mazamorra, platos típicos de la ciudad. El sitio está muy bien decorado. Nos gustó y repetimos otra vez.
Otra parte que merece la pena ver es la situada en el costado opuesto (de la Mezquita) a la judería, que es la zona de la Posada del Potro (se menciona en el Quijote) y la Plazuela del Potro. En la misma plaza están además el Museo de Bellas Artes y el museo Julio Romero de Torres, un conjunto que merece la pena acercarse.
No lejos de allí está la plaza de la Corredera, del siglo XVII, porticada, de estilo castellano. Demasiado restaurada para mi gusto, ha perdido encanto.
Si nos dirigimos a la Plaza de las Tendillas, y de ahí seguimos la calle Claudio Marcelo, enseguida podemos llegar al Ayuntamiento, donde junto a él están los restos de un tempo romano.
Siguiendo en linea recta por la calle Carbonell y Morand llegamos a la plaza Capuchinas donde está el Cristo de los Faroles, otro lugar pintoresco de Córdoba.
Desde ahí bajando por la calle Isabel Losa, llegamos a la plaza Don Gome donde está el Palacio de los Marqueses de Viana o simplemente Palacio de Viana.
http://www.palaciodeviana.com/
Antes he comentado que salvo en mayo, y a excepción de los patios de los restaurantes, no es accesible ver los típicos patios de Córdoba. Pero en este Palacio se pueden visitar doce patios diferentes.
Si se dispone de tiempo merece la pena acercarse. Cierra los lunes.
Cada patio es diferente, con diferentes plantas, diferente forma, diferentes fuentes etc…
Es un sitio para visitar tranquilamente disfrutando de los sonidos y los olores.
El Patio de los Jardineros es el último del recorrido y mi patio favorito, hay un banco de piedra para poder sentarse y oir el agua de la fuente, que al ser un patio rectangular se oye con más fuerza.
Siempre que voy a Córdoba y veo sus monumentos, sus calles, me resulta fácil imaginar aquella época pero a la vez parece irreal que fuera una sociedad tan diferente a la civilización cristiana que conocemos.
En resumen, nosotros hicimos la primera mañana la Mezquita, el Alcázar, las Caballerizas Reales y la judería, amén del espectáculo ecuestre por la noche . Por la tarde nos acercamos a la Corredera, Tendillas y plaza del Potro.
Al día siguiente hicimos desde primera hora, el Cristo de los Faroles, Palacio de Viana y Baños Árabes. Por la tarde Torre de la Calahorra.
Por último, recomiendo pasear por la judería de noche, es inolvidable, al atardecer y por la noche, con menos bullicio, sin ruidos molestos, con tranquilidad y poder imaginar y apreciar cómo era la vida entonces. Y por supuesto ver sus monumentos iluminados.
La Mezquita de noche y sin tanta gente alrededor luce incluso más:
Imprescindibles son Mezquita, Alcázar y judería. Lo demás es complementar.
Medina Azahara conocíamos de una visita de años antes, y esta vez no repetimos.
Medina Azahara.
A unos kilómetros de Córdoba está la ciudad paradisíaca que construyó Abderraman III en el siglo IX, Medina Azahara.
La invasión musulmana de islamistas radicales del norte de África, los Almohades y los Almorávides, para acabar con los reinos de Taifas, trajo consigo que sucesívamente saquearan y finalmente destruyeran Medina Azahara, no tenían gran sensibilidad artística.
Hoy en día quedan ruinas. Apenas se vislumbra el esplendor que tuvo. A mi juicio no merece mucho la pena acercarse por la distancia que hay, tiene valor histórico pero se encuentra en un estado bastante triste.
A 150 Km de Córdoba, se encuentra Priego de Córdoba.
Priego de Córdoba está rodeado de campos de olivos. Tiene una parte vieja, denominado el Barrio de la Villa, con casas blancas, encaladas y enrrejados, tiestos en las paredes, y una fuente monumental del siglo XVI: Fuentes del Rey y la Salud.
Más información en: https://turismodepriego.com/es/index.php