Estambul, estratégicamente situada, frontera entre Asia y Europa, reúne un bagaje cultural al que muy pocas ciudades pueden ni acercarse.
Fue fundada por los griegos en el siglo VI a.C.; en el siglo IV el emperador romano Constantino trasladó la capital del Imperio a la primero llamada Nueva Roma y poco después Constantinopla. Tras la división del Imperio Romano, fue la capital del Imperio Romano de Oriente, más conocido como Imperio Bizantino. Finalmente en 1453 fue conquistada por los turcos y designada como capital del Imperio Otomano con el nombre de Estambul.
Estambul está dividida en dos partes la asiática y la europea por el Bósforo, estrecho que une el mar de Mármara con el Mar Negro.
El Cuerno de Oro, divide a su vez la parte europea en dos zonas, por un lado una península que se adentra en el en la unión entre el Bósforo y Mármara, donde se concentran los monumentos principales, Ciudad Vieja, lo que facilita la visita.
Una visita a Estambul debe incluir:
Basílica museo de Santa Sofía
Mezquita Azul
Palacio Topkapi
Crucero por el Bósforo
Gran Bazar y bazar de las especias
y como complemento la Cisterna de la Basílica y el Hipódromo
Basílica Museo de Santa Sofía
Obviamente hay que ser conscientes de que va a haber grandes colas para poder adquirir la entrada y acceder el monumento.
Originalmente no existían los cuatro minaretes que fueron añadidos tras la conquista otomana y su conversión en mezquita.
Esta Basílica se empezó a construir en el siglo VI, y se caracteriza por su enorme cúpula, que al contrario de las que se habían hecho hasta entonces, no se sustenta en muros o columnas sino en otras cúpulas más pequeñas. Técnica que copiaron los otomanos para construir las futuras mezquitas, de tal forma que tienen todas el mismo aspecto exterior.
Mide casi 57 metros de altura y casi 32 metros de diámetro.
También llaman la atención las placas de madera, con los nombres sagrados del Islam.
En el segundo piso se puede ver el otro elemento que hace de este Museo algo excepcional, sus mosaicos bizantinos. Hay varios ejemplos de ellos.
Uno de los más conocidos es el del Deésis, del siglo XIII, hecho por italianos.
Después de ver los diversos mosaicos, con personajes religiosos, emperadores y emperatrices, podemos asomarnos a ver la nave central de la Basílica.
Enfrente de Santa Sofía, y separada por unos jardines con fuentes está la:
Mezquita Azul o del sultán Ahmed.
Fue construida en el siglo XVI, es la única mezquita antigua con seis minaretes. Se construyó sobre el antiguo gran palacio de Constantinopla.
Para entrar hay que hacer cola luego quitarse los zapatos, y las mujeres y niñas ponerse un velo, y los hombres que lleven pantalones cortos una especie de falda. Esas prendas las prestan a la entrada y se devuelven después.
Nunca olvidaré el olor a pies en el interior de la mezquita. Los visitantes se apiñan en una zona reservada al efecto, separada de la zona de culto musulmán.
El interior de la mezquita está revestido por miles de azulejos de diversos colores hechos a mano. Las cúpulas son según el modelo de Santa Sofía.
Cerca de aqui está el:
Hipódromo
Antiguo lugar de espectáculos de carreras de caballos en Constantinopla. Ahora se llama Plaza del Sultán Ahmet. Se puede apreciar la estructura del Hipódromo. Ahora es una zona ajardinada y asfaltada.
Se Conservan dos obeliscos muy antiguos hechos traer por los emperadores bizantinos, uno es egipcio del año 1490 a.C,, mientras que el otro obelisco se construyó en el siglo X.
También se encuentra la Columna serpentina, griega, del siglo V a.C., se hizo para conmemorar la victoria sobre los persas. Se extrajo del tempo de Apolo en Delfos.
En esta zona encontramos las típicas mansiones de época del Imperio, de madera y colores pastel.
Siguiendo en la Ciudad Vieja, y también muy cerca está la:
Cisterna de la Basílica.
Forma parte de la red de cisternas de agua con que contaba la ciudad para almacenar agua potable en caso de ser sitiada.
Esta en concreto tiene una longitud de 140 metros y una anchura de 70. Es del siglo VI. Es subterránea y lo que más llama la atención son sus centenares de columnas, más de 300.
Tienen la particularidad de haber sido reutilizadas, se obtuvieron de las ruinas griegas existentes en la zona del Bósforo; no hay dos columnas iguales. El pie de dos de las columnas son de dos cabezas de Medusa invertidas, no se sabe bien su significado.
El siguiente monumento dentro de la Ciudad Vieja, y que se encuentra en línea con los anteriores, en este caso justo detrás de Santa Sofía, es el complejo palaciego de Topkapi.
Palacio Topkapi.
Durante siglos el palacio de los sultanes otomanos.Está estratégicamente construído en el extremo de esta península que se asoma al Cuerno de Oro, Bósforo, y Mármara.
Se empezó a construir en el siglo XV tras la conquista otomana.
En realidad es un complejo de edificios, alternando jardines, mezquitas, patios. Destacan los dedicados al Tesoro, y al Harem.
Antes de bajar hacia la zona portuaria, queda por visitar el:
Gran Bazar.
A unos 10 minutos andando desde Santa Sofía, se empezó a edificar en el siglo XV, es enorme, son 64 calles, y 22 puertas. Es fácil perderse. Hay miles de tiendas de todo tipo, orfebrería, artesanía, alfombras, imitaciones (la mayoría) … Para el que le guste. Yo no compré nada.
Por dentro al margen de las tiendas es bonito.
Es frecuente ser abordado por los vendedores. Una situación para mi un tanto cansina.
Para terminar la visita a un Estambul básico, bajamos hacia la zona del puente Gálata, dónde además de éste, está el Bazar de las Especias y la Mezquita Nueva.
La Mezquita Nueva es del siglo XVI, la construyeron a la entrada del Cuerno de Oro, justo enfrente del puente Gálata.
Junto a ella está el Bazar de las Especias, construido en el siglo XVII, aun siendo grande, no alcanza ni de lejos las dimensiones del Gran Bazar.
Los puestos son muy coloridos, y hay todo tipo de especias y dulces.
Por último, tenemos el Puente Gálata, sobre el Cuerno de Oro, llamado así por la torre del mismo nombre que esta enfrente de la Ciudad Vieja. Es un puente muy bullicioso, con vendedores de pescado que lo cocinan ahí mismo.
Desde la Torre Gálata se tiene una vista muy buena de la ciudad.
Para poner el colofón a una visita a Estambul, recomendaría un crucero por el Bósforo al atardecer, si es posible. Hay unos barcos turísticos que hacen un recorrido de aproximadamente una hora de duración.
Lo recomiendo porque permite ver la CIudad Vieja desde el mar, areciando el perfil del Palacio Topkapi así como las cúpulas y minaretes de Santa Sofía y la Mezquita Azul iluminados por el sol rojizo del atardecer.
En la orilla del lado europeo se pueden apreciar diversos palacios de la época imperial construídos en la orilla del mar.
Para verlos bien, es mejor ponerse en el lado izquierdo.
Como anécdota, comentaré que me llamó la atención que no nos dieron ticket al acceder al barco; por otro lado la hora de salida prevista no se cumplió y no salimos hasta que se llenó. Los asientos, al menos en la parte superior no son fijos, son sillas de terraza que se van sacando a medida que entra gente.
También llama la atención las llamadas a la oración que suenan por altavoces distribuidos por la ciudad.
Más información:
https://www.goturkeytourism.com/destinations-turkey/istanbul-city-in-turkey.html