Gante, es bajo mi punto de vista, junto con Brujas la siguiente visita imprescindible de Flandes. Se encuentra a medio camino en línea recta entre Brujas y la capital Bruselas.
En su castillo nació en 1500 el Emperador Carlos V. Al igual que Brujas, es una ciudad para volver. He estado dos veces, y la segunda vez, me gustó tanto o más que la primera.
Se encuentra situada estratégicamente en la confluencia de los ríos Lys y Escalda y fue un puerto comercial importantísimo durante la edad media, impulsado sobre todo por el comercio de la lana y su conexión con el Mar del Norte. Gante llegó a ser la ciudad más poblada del Norte de Europa.
Una visita a Gante imprescindible debe contar con:
La plaza Sint-Baafsplein. (San Bavón)
El Puente de San Miguel, el mejor sitio de la ciudad en cuanto a vistas
Los muelles Graslei y Korenlei, incluyendo una vuelta en barco por los canales
La plaza Korenmarkt donde está la animación y ambiente de la ciudad
El Castillo de los Condes de Flandes.
Dejamos el coche en un parking subterráneo bajo la Plaza del Mercado de los Viernes (Vrijdagmarkt). Una plaza en la que suele haber un mercadillo. De entrada vemos un edificio modernista, en otro tiempo sede de los sindicatos socialistas. En el centro una estatua de Jacobo de Artevelde, héroe local del siglo XIV.
En esta plaza, frente a la estatua, se encuentra una peculiar cervecería, muy conocida «De Dulle Griet» (http://www.dullegriet.be/en/, en la que aparte de su variedad de cervezas, es más conocida porque si se pide la Kwak, que se sirve en una jarra muy peculiar, te exigen commo prenda un zapato que suben al techo del local en una cesta.
También destaca un edificio del siglo XV, el Toreken, del antiguo gremio de curtidores.
De ahí nos acercamos a la plaza Sint-Baafsplein o plaza de San Bavón; encontramos tres edificios importantes en esta plaza, el teatro real holandés, del siglo XIX, la catedral de San Bavón y la torre Belfort (campanario).
En lo alto de la Torre Belfort hay un dragón de más de tres metros de altura, símbolo de la ciudad.La torre mide 91 metros de altura, y se puede subir mediante un ascensor. En ella se encuentran las campanas que notificaban a la ciudad la existencia del algún peligro. Es un edificio del siglo XIV. Adosada a la Torre está el edifico gótico de la Lonja de Paños.
Cerrando la plaza tenemos la Catedral de San Bavón, templo católico de estilo gótico construido sobre uno románico anterior. Es sobre todo conocida porque dentro se expone el políptico «Adoración del Cordero Místico» de los hermanos Van Eyck, realizado en el siglo XV, es una obra de las más conocidas de pintura flamenca. Robada por Napoleón en el siglo XIX, y por los nazis durante la II Guerra Muncial y que al igual que la obra de Miguel Ángel “La Virgen con el niño” de Brujas es recuperada por un equipo norteamericano de rescate de obras de arte como se ve en la película «Monuments Men». Esta obra destaca por su minuciosidad y detallismo, por el paisaje de Flandes así como el volumen, la perspectiva y las proporciones conseguidas.
El acceso a la Catedral es gratis pero la visita para ver esta obra cuesta alrededor de 4 euros.
Siguiendo hacia la parte trasera de la Catedral primero descubrimos el Monumento a los hermanos Van Eyck, autores del la «Adoración del cordero místico».
Y a continuación, a dos pasos, en la orilla del Escalda, el Castillo de Gerardo el Diablo.
Retrocedemos por esta misma calle en dirección a las torres y poco antes de llegar al Puente de San Miguel vemos el edificio del Ayuntamiento de Gante, mezcla de estilo de diferentes épocas.
Junt a la torre Belfort, se encuentra el Stadshall, o pabellón municipal, dedicado a conciertos y espectáculos.
Pocos metros antes de llegar al Puente de San Miguel, vemos el antigu edificio de Correos, que tampoco deja indiferente.
Ya por fin llegamos al que para mi es el mejor sitio de Gante: el puente de San Miguel.
Desde él se pueden ver alineadas las torres de la Iglesia de San Nicolás, la torre Belfort y la Torre de la Catedral. Por si fuera poco, también se ven los dos muelles más representativos de la ciudad el Korenlei y el Groslei.
El puente de San Miguel recibe su nombre de la Iglesia de San Miguel, que se inició en el siglo XVII, con un proyecto de torre de 134 metros que quedaron reducidos a 24.
Hay una magnífica vista sobre el canal principal.
Korenlei y Graslei son los nombres de las dos calles que discurren bordeando el canal. En su día fueron el pilar del florecimiento económico de Gante a través del comercio. Eran el punto de salida de sus mercancias hacia el Mar del Norte, al igual que a Brujas cuando se secaron, supuso su decadencia.
Pasear por ellas admirando tanto las casas de un lado como las del otro es algo ineludible en Gante.
La parte denominada Graslei es más antigua, en ella se situaban los gremios. Literalmente su significado es calle de las hierbas y hortalizas. En cada casa se situaba un gremio.
Destaca la casa del Almacén del Grano del siglo XII y la casa de los Masones (réplica de otra que se encuentra frente al Ayuntamiento) diferenciada por sus pináculos, del siglo XV ambas.
Algunas casas están inclinadas hacia adelante para facilitar la carga y descarga mediante poleas de los sacos de mercancía.
Destaca una muy pequeña, la casa del peaje, donde se pagaban los impuestos obre las mercancías que se transportaban.
Enfrente del Graslei, está la otra orilla denominada Korenlei, o muelle del grano. Sus casas son más modernas, de estilos barroco, renacentista o gótico.
En esta parte de la ciudad es donde se pueden coger los barcos que hacen un recorrido turístico por los canales de Gante. No es tan espectacular como el de Brujas pero merece la pena. Son unos 40 minutos.
Otro edificio destacado es la Lonja de la Carne, edificio de piedra del siglo XV donde actualmente hay un restaurante y un mercado de productos típicos flamencos como una especie de jamón serrano que cuelgo de sus techos denominado «jamón Ganda».
El siguiente lugar a visitar es el Castillo de los Condes de Flandes del siglo XII, donde nació Carlos I de España.
El interior es visitable, se muestran armas, instrumentos de tortura, objetivos medievales en general.
Se puede subir a la torre para disfrutar de las vistas.
Frente a él está la plaza de Sint Veerleplein, en la que sobresalen la columna con el León, símbolo de Flandes, y en una esquina la «Lonja de Pescado», del siglo XVII, con una estatua de Neptuno en su portada. Abundán los restaurantes en lugar.
.Otra zona donde se concentran restaurantes y cervecerías es la plaza Korenmarkt que se encuentra detrás del muelle Graslei.
Es una plaza muy amplia y transitada.
Para finalizar la visita fuimos al barrio obrero que surgió tras la revolución industrial, que también está muy bien, casitas de baja altura de ladrillos y con el frontón escalonado.
En la actualidad está ocupado por cervecerías y restaurantes.
Cerca del Barrio Obrero, en dirección a la Vrijdagmarkt, en la calle Kraanlei, podemos apreciar dos casas peculiares, la de Terracota, del siglo XVII, que muestra en su fachada varias figuras escultóricas y junto a ella la Casa de las Siete Obras de la Misericordia, que representa en su fachadas los siete actos de la misericordia.
Y pasado el canal, podemos encontrar el Cañón Dulle Griet, un arma medieval del primeros del siglo XV, hecha de hierro y con su color rojo original.
También recomiendo, si es posible, una visita nocturna de la ciudad. Está muy bien iluminada.En el canal podemos ver las casas reflejadas.
Para cenar estuvimos en un peculiar sitio, Amadeus, en el que la especialidad son las costillas, y puedes comer tantas como quieras. Pagas el primero, 18 euros, y a partir de ahí repites cuanto quieras. La salsa es bastante buena, así como la patata que la acompaña; la costilla está bien. El restaurante está en el barrio obrero; tiene dos comedores, uno muy bonito, como una biblioteca antigua, y otro un tanto extravagante de color rojizo.
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