También hay un espacio para reparación de bicicletas y un museo dedicado al Parque natural, su ecosistema etc…
El Parque Nacional Hoge Veluwe es una reserva natural con la particularidad de que cuenta con un importante museo en su interior, el Kröller-Müller Museum. Además de la red de caminos que hay se puede ver también el Jachtslot St.Hubertus.
Lo más recomendable es coger una bicicleta y hacer un circuito con ella. Va incluida en el precio de la entrada (20 euros por persona, incluyendo el museo). Hay de dos tamaños, tipo adulto que vale para niños de hasta 12 años, y tipo niño, en la que uno de 10 iba cómodo.
Información de horarios, tickets etc…
Las miles de bicicletas disponibles son todas iguales y se cogen libremente. Hay estacionamientos habilitados en cada punto de interés.
Nosotros hicimos una ruta de unos 13 km en cuatro horas. Entramos por Otterlo (el parque tiene tres entradas) de ahí fuimos al museo Kröller Müller, después al Bezoekerscentrum, donde está el restaurante (donde comimos) y un museo sobre el Parque Natural de ahí a St.Hubertus y vuelta a Otterlo.
En Otterlo hay un amplio parking, que cuesta 4 euros.
Los caminos son muy llanos, se va pasando por diferentes paisajes, uno arenoso
Otras veces se atraviesa un bosque.
verdes campiñas…
El paseo en bicicleta se hace muy agradable. Las bicis no tienen frenos, se frena contrapedaleando.
Desde Otterlo al Museo Kröller Müller se llega en apenas media hora. EL museo tiene dos partes diferenciadas, una interior, como cualquier otro museo, y otra exterior con obras de arte al aire libre expuestas en un amplio jardín.
Este museo se inauguró en 1938, sobre todo es conocido por las obras de Van Gogh (es la segunda colección más grande del mundo con sus obras). También las hay de Picasso, Cézanne, Renoir, Monet, Bruyn el Viejo…
Hay representados varios tipos de arte, cubismo, impresionismo, escultura contemporánea…
El problema, para mi, que no soy experto en arte, es que hay tal cantidad de obras que acabas abrumado. Optamos por salir fuera y ver las esculturas al aire libre, que también hay unas cuantas.
Nosotros vimos el museo un poco deprisa ya que veníamos de Arnhem, y tras recorrer el Parque de Hoge Veluwe nos dirigíamos a Giethoorn.
En los jardines hay un restaurante bajo una gran carpa. Tiene buena pinta, aunque no era barato.
Desde aqui cogimos de nuevo las bicicletas y nos dirigimos hacia el Bezoekerscentrum, que viene a ser como el centro del Parque Nacional. hay un restaurante con mesas al aire libre en el comimos bastante bien, aunque obviamente el precio es algo más elevado.
También hay un espacio para reparación de bicicletas y un museo o centro de interpretación dedicado al Parque natural, su ecosistema etc…
Seguimos por los caminos marcados para llegar al Jachtslot St. Hubertus, una especie de palacio o pabellón de Caza en la que residieron los fundadores del Museo.
Desde ahí, por una larga recta, que atraviesa parajes aparentemente desolados. En uno de esos claros, se ve una estatua dedicada a un militar holandés (De Wet) que participó en las guerras de los boers contra Inglaterra en Suráfrica a finales del siglo XIX.
Y con esto dimos por terminada la visita.
En conjunto está bien, es un plan diferente, vas en bici, ves paisajes (como en cualquier parque de España) visitas un museo…pero solo iría si te sobra el tiempo o lo enlazas con Arnhem, que está a unos 20 minutos y Giethoorn ( uno de los pueblos más bonitos de Holanda), que está como a una hora.. En Holanda hay cosas mejores.
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