Kinderdijk es una pequeña localidad holandesa, situada como a 15 minutos en coche de Roterdam. Es conocido por el conjunto de sus 19 molinos originales, considerados Patrimonio de la Humanidad.
A la entrada hay un pequeño parking, si está lleno hay que intentar aparcar por el pueblo, lo cual tampoco es fácil.
Es un recinto cerrado en el cual hay que pagar entrada. La visita consiste en un paseo como de una hora a lo largo de los dos canales que hay viendo los molinos, dos son actualmente un museo. También se puede hacer el recorrido en barco o en bicicleta (las bicicletas se alquilan fuera de la instalación). También hay un pabellón en el que cuentan la historia y el por qué de los molinos.
Hicimos el mismo día Roterdam y Kinderdijk, pero como Kinderdijk lo cierran a las 17 h, lo vimos primero y después el resto del día en Roterdam.
Estos molinos se utilizaron desde el siglo XVIII para extraer agua del pólder (tierra ganada al agua). Son los auténticos de la época.
El paseo va paralelo a los canales en donde se hayan los molinos, hay tres puentes desde los cuales se pueden obtener bonitas vistas.
Por la mañana el sol está de frente y dificulta la vista.
Los molinos son muy fotogénicos y dan lugar a bonitas estampas.
Podemos ver tres tipos diferentes de molinos.
Es una zona pantanosa, con mucha vegetación.
Entre las casas del pueblo se puede tener una vista diferente.
Lo vimos un poco deprisa porque queríamos ir a Roterdam y porque el cielo amenazaba un buen chubasco, pero está bien, es un sitio muy bonito y muy cuidado.
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