Lucerna es la ciudad turística suiza por antonomasia, la más vistosa. La imagen del puente de la capilla sobre el río Reuss y la ciudad de fondo lo dice todo. Constituye el centro geográfico de Suiza.
Es una ciudad pequeña que se puede visitar en una jornada o menos.
A mi me pareció la más bonita de las que vimos en Suiza.
Una visita a Lucerna debe incluir pasear alrededor del río Reuss y del lago de los Cuatro Cantones, visitar el casco viejo y cruzar el Puente de la Capilla.
Dejamos el coche en un parking junto al Monumento al León. Es un homenaje a los 800 soldados suizos que murieron defendiendo el Palacio de las Tullerías en París en 1792.
Alrededor hay un jardín con bancos para sentarse. Cerca está también el Jardín de los Glaciares, una especie de museo dedicado al pasado geológico de Lucerna.
Después de ver el monumento al León, nos dirigimos al elemento más característico de Lucerna, el Puente de la Capilla, Kapellbrücke, originalmente del siglo XIV, actualmente es una reconstrucción ya que el original se incendió en 1993. Mide 200 metros y une la parte nueva con el casco viejo.
La mejor vista se obtiene desde el lado donde está la Torre del Agua, que mide 34 metros y fue una antigua prisión.
El puente se construyó con una finalidad defensiva.Por dentro está decorado con pinturas que explican la historia de la Ciudad. Pinturas que se hicieron en el siglo XVII.
Este tipo de puentes de madera, que solo he visto en Suiza, se encuentran también en ciudades como Friburgo o Thun. En la propia Lucerna hay un segundo puente de este estilo, el Spreuer, al que luego me referiré.
Hay cinco puentes en la zona principal de Lucerna, el primero, el Seebrücke, en la unión del lago con el río, es el más ancho, y soporta tráfico rodado. Desde él hay unas buenas vistas del lago de los Cuatro Cantones con los Alpes al fondo.
También se aprecia la orilla en la que se sitúan el Gran Casino de Lucerna y la Catedral del siglo SVII conformando un paseo estupendo a la orilla del lago,
Al final de este puente está la estación de tren de Lucerna, contigua al puerto del que salen los barcos que conectan las diferentes localidades ribereñas ubicadas en el lago. Los barcos constituyen un medio de tranposte más como los autobuses, trenes etc…
Todo esto es la zona moderna; seguimos hacia el río, acercándonos al Puente de la Capilla y disfrutando de las vistas de Lucerna.Toda esta zona del río está «colonizada» por cisnes que deambulan por el río.
Hay un tercer puente, peatonal, el Rathaus Steg, que atraviesa el río, desde el cual las vistas son buenísimas. En primer término encontramos el Antiguo Ayuntamiento, de ahí el nombre del puente, edficio del siglo XVII.
Si seguimos por la orilla opuesta en dirección a la Iglesia de los Jesuitas:
Es la primera iglesia barroca que se construyó en Suiza. Destacan sus cúpulas que parecen más bien ortodoxas.
Continuamos caminando hasta el Spreuerbrücke, el otro puente de madera de Lucerna, del siglo XV, y también con pinturas en su interior
En esta zona hay una especie de sistema de represa del agua que debido a sus mecanismos afea un poco el entorno.
Una vez atravesamos este puente y nos adentramos en la parte vieja de Lucerna, empezamos a ver una característica muy singular de sus edificios, una especie de pinturas o serigrafías decorativas que le dan un toque muy especial.
El casco antiguo de Lucerna es como quien dice tres calles y otras tantas plazas; es muy agradable para pasear, con mucho comercio, calles peatonales, mucha tranquilidad.
También está presente otro elemento característica de la arquitectura urbana suiza, las fuentes medievales que incorporan una figura decorativa policromada en su punto más alto. Cuentan con una pileta y varios caños. En Berna, por ejemplo, son omnipresentes y un sello de identidad de la ciudad.
Lucerna es una ciudad amurallada, desde el siglo XIV, conservando aun nueve torres defensivas, que forman una especie de perímetro alrededor del casco antiguo. Hay tres que se pueden visitar. Una de ellas está en pleno casco antiguo, y es la denominada Torre del Reloj, que como particularidad tiene el derecho a dar las campanadas la primera, por lo que lo hace un minuto antes de la hora señalada.
Se puede visitar el interior donde hay una colección de relojes antiguos.
Después de recorrer el casco antiguo nos dirigimos de nuevo hacia la zona de la ribera del río en la que hay diversas terrazas de restaurantes.
Por último nos despedimos del Puente de la Capilla, con el Monte Pilatus al fondo. Hay quien sube a este monte a modo de excursión, nosotros no lo hicimos.
Una ciudad muy bonita que merece la pena una visita.
Hay dos maneras de ir de Lucerna a Berna y viceversa, bien por autopista, bien por carretera normal. Nosotros nos desplazamos de Berna a Lucerna por autopista y luego hicimos la vuelta por carretera; es cierto que se nos hizo larga, pero los paisajes eran espectaculares: las típicas granjas que tenemos en el imaginario colectivo sobre Suiza, casitas de madera con tejado a doble vertiente rodeadas de prados y vacas pastando.
Hay que decir que nada más cruzar la frontera, al entrar en Suiza, lo primero que hacen es cobrarte la viñeta que permite circular por las carreteras suizas, viene a ser de unos 50 euros.
Más información en : https://www.myswitzerland.com/es/lucerna.html