Mittenwald nos gustó mucho, incluso la carretera que conduce a él resulta espectacular.
Es uno de los pueblos más bonitos de Alemania, enclavado entre montañas y con la particularidad de que las fachadas de las casas están decoradas con escenas pintadas a modo de cuadros o murales. Me resultó muy original, nunca había visto algo así. Por supuesto el pueblo muy cuidado.
Alrededor del casco antiguo hay parkings señalizados.
El pueblo se recorre también muy fácilmente, llano y peatonal. Al igual que Gengenbach, son básicamente tres calles partiendo esta vez de la Iglesia como eje.
La primera es la que lleva a la mencionada iglesia haciendo una L, y que tiene de particularidad que la recorre un torrente de agua.
Desde la Iglesia, hay otra calle que sale a mano izquierda:
Tras recorrer esta calle y volviendo hacia atrás, para pasar dejando la iglesia a la izquierda se llega a una pequeña placita con una fuente, que es de lo más bonito que es visto.
Tuvimos la mala suerte de que nos cayó una tormenta y no teníamos de fondo las montañas, además tuvimos que hacer la visita deprisa porque nos calábamos. Pero nos dejó muy buen sabor de boca. Un sitio digno de visitar.
De aquí nos dirigimos a Innsbruck.
Más visitas en Alemania con Visitmundi